21 mar 2012

Messi ya es máximo goleador de la historia del Barça



Lionel Andrés Messi es, desde hoy, historia viva del FC Barcelona. Camino de los 25 años, el argentino que acabó con todos los adjetivos ha atrapado a César y se ha convertido en el máximo goleador de la historia del Barça. Palabras mayores. Desde su asiento en la leyenda 234 goles le contemplan. 

El primer de todos llegó hace algo menos de siete años, en 2005. En un encuentro de Liga, en el Camp Nou y ante el Albacete, Leo Messi anotó su primer gol como azulgrana. Fue el único oficial de los que anotó ese curso con el primer equipo. Aún compartía ficha con el filial, como desvelaba el dorsal que lució en su estreno: el 30. 

En su segunda temporada con el primer equipo, la 2005-06, Messi siguió viviendo primeros momentos. Su primera titularidad, su estreno goleador en Champions–ante el Panathinaikos-, su primer doblete en Liga –frente al Mallorca-. Sin llegar a consolidarse como titular, el argentino, que también estrenó mayoría de edad esa temporada, se consolidó como revulsivo y marcó con cierta frecuencia desde el banquillo. 

Para su tercer curso en el Barça, y aunque hoy parezca increíble, hubo quien cuestionó la eficacia goleadora de Leo Messi. Lo que hoy suena a delirio se fundamentó en un primer tramo de la temporada en el que sólo anotó cuatro goles en 17 encuentros. La racha, buena o mala, se interrumpió por una lesión que le tuvo tres meses en el dique seco. Y a partir de entonces sólo existió el talento: Messi entró poco a poco en el equipo hasta explotar con un hat trick ante el Real Madrid que le llevó a anotar once goles en el tramo final de la temporada. Fue la primera gota del talento inagotable del argentino, que cerró la temporada con tres dobletes en cuatro partidos: ante el AtléticoEspanyol y Nàstic

En aquella temporada, quizá la más aciaga del argentino vestido de azulgrana por lo que supuso perder la Liga y la Copa, Messi dejó el ya legendario, por maradoniano, gol ante el Getafe, que resumía todas sus virtudes. Fue en unas semifinales de Copa que el Barça no supo ganar pese a contar con una ventaja de 4-0 en el partido de ida. Así de bajo se cayó en la era Rijkaard. 

En la temporada 2007-08, al argentino le esperaba un parón. Aunque empezó el curso al ritmo que entonces era habitual, y que con el tiempo se vería superado, la crisis final de aquel Barça de Rijkaard –y de la versión perversa de Ronaldinho Deco- arrastró al aregentino: Messí anotó ocho goles en el primer mes y medio de competición, con dobletes contra el Sevilla y el Zaragoza, y permaneció casi inédito el resto de la temporada. Un doblete contra el Celtic enChampions fue la única nota de auténtico talento que dejó a lo largo del curso.  

Guardiola y el falso ‘nueve’ 
La llegada de Pep Guardiola otorgó a Messi el margen de confianza y libertad que necesitaba para acabar explotando. Enfundado ya en su dorsal más reconocible, el icónico 10, Messi vivió de doblete en doblete. El primero, ante el Sporting, y también contra el Shaktar. Marcó dos goles en Sevilla, contra el Numancia y ante el Racing de Santander, a pesar de disputar sólo 32 minutos, y que fue el gol 5.000 de la historia de la Liga. En Champions, encarriló el pase a semifinales marcándole dos al Bayern de Munich, y de vuelta a la Liga sentenció el campeonato con otro doblete en un partido de leyenda: el 2-6 en el Bernabeu

Messi, que con 22 años ya había ganado todo lo posible en competiciones de clubes, siguió goleando en el segundo curso con Guardiola en el banquillo. El fracaso del experimentoIbrahimovic le llevó definitivamente a la posición de falso nueve. Como eje del ataque azulgrana goleó hasta el hartazgo. Estrenó 2010 con un hat trick en Tenerife, y siguió con un doblete ante el Sevilla, el día en el que se estableció como el azulgrana más joven en llegar a100 goles. El Almería también se llevó dos goles dentro de un mes, el de marzo de 2010, definitivamente mágico. Anotó diez goles en cuatro partidos: además de los de Almería, logró un hat trick frente al Valencia, otro doblete en Champions frente al Stuttgart y otro triplete frente al Zaragoza. No contento con eso, eliminó él solo al Arsenal anotando cuatro goles en un único partido. "Es un jugador de playstation", dijo Wegner. En el último mes del curso, el de mayo, logró siete goles. Había nacido el delantero insaciable. 

El ‘hat trick’ como norma 
Desde entonces, la afición azulgrana sólo ha conocido la versión voraz e imparable de Messi, el que acumula goles, galardones individuales y títulos sin parar. Así fue en la temporada 2010-11, que empezó con un triplete del argentino en la Supercopa contra el Sevilla y concluyó con un único gol en el mes de mayo, pero decisivo: en la final de la Champions, contra el ManU. En el camino se quedaron el hat trick ante el Almería (0-8), o ante el Atlético de Madrid, que le sirvió para batir el récord de tripletes de Di Stéfano. Añadió infinidad de dobletes –Kobenhaven, Zaragoza, Villrreal, Real Sociedad, Hércules…- y otra sentencia al Real Madrid de la forma que más gusta al aficionado azulgrana: con victoria en el Bernabeu(0-2) para eliminar al gran rival en la Champions

Tanta exhibición pudo en peligro el legendario récord de César. Guardiola ya vio como inevitable que el argentino lo batiera esta temporada. Y el punta, buen discípulo, no ha querido dejar mal a su técnico. Con los 34 goles que acumula en Liga iguala su mejor marca, lograda hace dos temporadas. Los 12 logrados en Champions ya son récord personal, rubricado el día que logró algo que –raramente- aún no había logrado: marcar cinco goles en un solo partido

Con los goles anotados hoy ante el Granada, el argentino ya es el máximo goleador de la historia azulgrana. Historia viva y en activo del Barça. La Pulga se convirtió en gigante. 

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