El delantero argentino Lionel Messi marcó el domingo dos fantásticos goles en la cómoda victoria del Barcelona por 4-0 sobre el Santos brasileño en la final del Mundial de Clubes en Japón, donde el club español se adjudicó su segundo título del torneo en tres años.
Messi, elegido mejor jugador del campeonato tras el partido disputado en Yokohama ante 68.000 espectadores, puso por delante al Barça en el minuto 17 con una definición exquisita, antes de que Xavi marcara el segundo siete minutos después.
Cesc Fàbregas empezó a sentenciar la historia en favor del campeón de Europa al anotar el tercero en la agonía del primer tiempo y luego tuvo otra clara ocasión cuando se reanudó el juego.
Sin embargo, fue Messi una vez más el protagonista al sellar el 4-0 a ocho minutos del final, tras capturar con maestría un pase del brasileño Daniel Alves para luego superar al guardameta del Santos Rafael Cabral y definir con un toque a la red.
"Es hermoso ser campeón del mundo, pero es un esfuerzo del equipo", dijo Messi. "Siempre jugamos así, pero como esta fue una final pareció todavía más lindo", añadió.
El actual capitán de la selección argentina, que con el doblete del domingo completa 2011 con goles en todas las competiciones que disputó, recibió el balón de oro al mejor futbolista y al máximo anotador del Mundialito.
La final del Mundialito contó con el aliciente de poder ver en acción al ya consagrado Messi y al prometedor delantero brasileño Neymar, figura clave del Santos en la conquista de la Copa Libertadores en Sudamérica. De todos modos, el claro ganador del duelo fue el argentino, que de nuevo recibió los elogios de todos, al igual que su equipo. Hasta el mismo Neymar ratificó la supremacía del Barça.
"Hoy aquí aprendimos a jugar al fútbol. Barcelona fue muy superior. Es el mejor", admitió el internacional brasileño, que no obstante reconoció el esfuerzo hecho por el Santos. "Lo importante es que llegamos aquí después de muchas batallas y que somos segundos en el mundo".
EQUIPO INVENCIBLE
Por su parte, el capitán del Barcelona, Carles Puyol, destacó el buen nivel mostrado por su equipo y la importancia que tenía el Mundial de Clubes para el club catalán.
"Estamos muy felices, creo que hemos hecho un gran partido, con un resultado justo. Llegar aquí cuesta muchísimo", remarcó el también defensa de la selección española, que al igual que sus compañeros saltó al campo con una camiseta de ánimo para su compañero David Villa, que se rompió la tibia en la semifinal.
"Puede que haya parecido fácil, pero fue duro. Creo que hemos salido a jugar con un ritmo muy alto, ellos no están acostumbrados", explicó.
El Barcelona, que ya había ganado el Mundialito en 2009 tras vencer en la final a Estudiantes de La Plata de Argentina, dominó la acción en todo momento igual que hizo en su presentación en el torneo contra el campeón asiático Al Sadd, al que superó por el mismo marcador el jueves.
Antes de la final, el qatarí Al Sadd, dirigido por el uruguayo Jorge Fossati, se aseguró el tercer puesto al derrotar 5- 3 en los penaltis al Kashiwa Reysol japonés, tras un empate 0-0 en los 90 minutos reglamentarios.
El Santos, que ganó la Copa Libertadores en junio casi 50 años después de que Pelé los liderara para conseguirlo en 1962 y 1963, no tuvo respuesta ante la supremacía del Barça.
"Mis jugadores fueron como artistas", manifestó el entrenador del equipo catalán, Josep Guardiola. "Lo que sea que se les ocurría en la mente, podían hacerlo en el campo. Fue una actuación increíble".
Su contrapartida del Santos, Muricy Ramalho, calificó al Barcelona como "invencible".
"El Barcelona es el mejor equipo del mundo. Ningún equipo puede sobrevivir a ellos. Son invencibles en este momento. Perder 4-0 con ellos no es una desgracia", subrayó.
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